A día de hoy con el espíritu de aprender o cuando menos recordar los tiempos pasados, los diferentes oficios y tradiciones que mantuvieron vivos nuestros valles, son recreados en varios museos etnográficos repartidos por las villas de la zona.

También encontraremos a gentes de avanzada edad que, unos más, otros no tanto, orgullosos de su pasado, enseñan ésta historia a las nuevas generaciones y acogen al visitante haciendole partícipe de sus cuentos.